diecisietedeocubredeldosmilonce
Todos solemos pedir un deseo al año, al soplar las velas en nuestro cumpleaños. Algunos pedimos más, con las pestañas, en las fuentes, al ver una estrella fugaz... y de vez en cuando, alguno se cumple. Y que pasa entonces, ¿es tan bueno como esperábamos? ¿disfrutamos de nuestra felicidad? O nos damos cuenta de que tenemos una larga lista de deseos esperando a ser deseados. No deseamos lo fácil, deseamos cosas importantes, cosas ambiciosas fuera de nuestro alcance. Deseamos cosas porque necesitamos ayuda, tenemos miedo y sabemos que quizás pedimos demasiado, pero seguimos pidiendo deseos porque a veces se hacen realidad ..
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